martes, 2 de noviembre de 2010

¿Cómo sabéis si la Tierra no es el infierno de otro planeta?

Quién no ha visto una casa de muñecas, esas casitas con las que juegan, normalmente niñas, en un juego imaginario. En esas casas, las niñas juegan a simular la vida con sus muñecas. Bien pensado, ¿se puede considerar las casas de muñecas promotoras del juego de ordenador y consolas de los Sims?.

En fin, pues muchas veces he pensado por qué este mundo en el que vivimos no puede ser una gran casa de muñecas de una niña de otro planeta, de un Dios o de cualquier otro ente o vete tú a saber. Es decir, alguien decide en todo momento cual va a ser nuestro siguiente paso, que vamos hacer y cuando se cansa pues nos rompe y nos da voleta. Anda que no tiene diversión una casa de muñecas tan enorme.

El título de esta entrada es un cita de un tal Aldos Huxley, y al leerla he recordado este pensamiento que os he contado y que viene a mi cabeza en más de una ocasión. La verdad, luego me paro a pensar y llego a la conclusión que esta idea puede ser muy triste, dado que significaría que no debemos preocuparnos por nada; no tomamos nuestras deciciones y no tenemos ningún tipo de control sobre nuestras vidas. Para que intentar mejorar si todo está fijado o no depende de nosotros? el libre albedrio no exisitiría?

No se que puede dar más miedo, el hecho de pensar que dependemos de alguien o algo que decide hacer con nosotros en cada momento o pensar que tenemos nuestra vida en nuestras manos. Pero tampoco al cien por cien, dado que tu vida esta subyugada a la vida cientos de otras personas. Otras vidas que se cruzan con la tuya provocando un enorme entresijo de cruces, salidas y entradas y ofreciendo un mundo de oportunidades.

No hay comentarios: